Las relaciones entre empresas y todo tipo de agentes económicos que intervienen en las relaciones comerciales internacionales, han derivado en diferentes tipos de colaboraciones y acuerdos en los que no sólo se mantiene la tradicional operación de compraventa internacional sino que han surgido otro tipo de relaciones, adaptadas a los cambios y a la continua deslocalización empresarial, entre los que podemos destacar los acuerdos de intermediación comercial y los de distribución como vía de penetración de una empresa o marca en otros mercados.
Ello determina la importancia de saber cómo afrontar un proceso de negociación con empresas de otros países. Su estudio, puesta en marcha y revisión, así como la plasmación formal del acuerdo alcanzado en el contrato adecuado son el motor de todas las operaciones posteriores, documentales, de pago, seguros, aduaneras y fiscales.